Por Teresa Donoso
Todo comienza en tu interior.
Nuestra piel es uno de los órganos más importantes que tenemos en nuestro cuerpo y usualmente refleja nuestra salud. Sea con un brillo increíble o a través de resequedad, picores o incluso acné, muchas veces una digestión saludable también tiene mucho que ver con una piel saludable. Puede que la conexión no sea inmediata ni obvia para ti, pero si comienzas a considerar que todo lo que comes debe ser digerido y luego pasa por todo tu cuerpo y varios órganos, no parece tan extraño que la calidad de nuestra alimentación se vea reflejada directamente en otros lugares del cuerpo.
Con el acné también sucede algo parecido y es la propia Heather McClees, nutricionista certificada, quien entrega los siguientes consejos para mejorar la salud de tu piel y de paso, la salud de tu cuerpo en general.
1. Reducir la ingesta de alimentos procesados
Los alimentos procesados complican el proceso de eliminación del cuerpo, hacen a nuestro hígado trabajar de más y eliminan las bacterias buenas que viven en nuestro estómago. Además de eso, como el cuerpo se ve sobrepasado, la única opción que queda es eliminar las toxinas a través de la piel, lo que explica porqué tienes más granos cuando comes alimentos menos frescos.
2. Beber más agua
El agua ayuda a limpiar el cuerpo además de mejorar la rapidez de la digestión, por lo que beber más agua, jugos naturales o té helado natural siempre es una buena opción.
3. Consumir vitamina A y C
La vitamina A ayuda a nuestro sistema inmune además de mejorar cualquier problema de pigmentación que tengamos en nuestra piel. Por otro lado, la vitamina C ayuda a reducir la inflamación que podamos tener. Buenas opciones son los siguientes alimentos: zanahorias y tomates para la vitamina A y kiwis y frutas cítricas para la vitamina C.
4. Aumentar el consumo de verduras de hojas verdes
Consumir más espinacas, por ejemplo, es una muy buena forma de consumir más vitamina B y E, las cuales son antioxidantes y nos ayudan a combatir la inflamación de nuestra piel y la posible formación de radicales libres debido al consumo de alimentos procesados.
¿Te animas a hacer estos pequeños cambios en tu dieta? Es posible que sea más sencillo de lo que parezca y que consigas beneficios que duren de por vida.
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