Aslan es un refugiado sirio de 17 años que huyó a la isla griega de Lesbos, pero no hizo él solo este viaje de 500 kilómetros: su cachorrita llamada Rose le acompañó.
En una entrevista con la Agencia de refugiados de las Naciones Unidas grabada en Lesbos, Aslan explica en su pobre inglés la relación con su perro: “Amo a este perro. La necesito.” Además de su mochila, tiene un transportín para Rose, ¡e incluso le ha hecho un pasaporte!
Conociendo los muchos trágicos eventos que han surgido de la crisis de los refugiados sirios, es agradable ver una historia llena de esperanza y compasión. Les deseamos un buen viaje a Aslan y Rose.
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